Cientos de amantes al voleibol de playa en Colombia sintieron la misma indignación que yo al momento de leer la columna poco chistosa del periodista Mauricio Quintero, en la edición número 147 de la revista Soho. Para mí fue una falta de respeto, de profesionalismo y poco conocimiento sobre un deporte que tiene tantos seguidores alrededor del mundo.
Sí. Es cierto que en cada palabra
de su texto se reflejó que jamás en la vida ha pisado una cancha de voleibol arena
y brotado de su frente una gota de sudor después de una maratónica tarde soleada.
Tampoco es testigo del esfuerzo, la disciplina y la concentración que requiere este
deporte.
Es tanta la ignorancia del señor
Quintero, que afirmó que los jueces no ven si el balón cae fuera o dentro de la
cancha. Pues déjeme decirle que en cada esquina del campo de juego se ubica un
juez de piso, con una bandera, y son quienes de igual manera tienen derecho a
juzgar. O sea que no hay uno, ni dos jueces, son seis.
También le cuento que en el
voleibol de playa la inteligencia es una de las estrategias para ganar. Antes
de salir a competencia los jugadores y las jugadoras se reúnen con sus
entrenadores para planificar el partido y así estudiar a sus contrincantes. La
preparación física no es doble, más bien diría que triple porque correr y saltar
con los pies dentro de un montón de arena, algo caliente, no es nada fácil. ¡Ensaye!
Y me cuenta cómo le va. Por otro lado, a usted es el único que se le ocurre hidratarse
con un aguardiente helado.
Asimismo, le aclaro que las jugadoras
de la selección no las sacan de las Chicas Águila ni de los sobrados del
Concurso Nacional de Belleza. Quizás ni les interesan los reinados. Son mujeres
que entrenan cada día para dejar el nombre de su país y el mío en lo más alto. Que
se sienten orgullosas de jugar el deporte que vos dejaste por el suelo, y todo
por desconocerlo.
Por eso, por todas las barbaries
que escribiste, me gustaría que fueras el primer sedentario en bajar de la
palma más alta de Cartagena media de Old Parr. Además, que le coloquen esa totuma metálica llena de frutas que
propuso, en su cabeza, y le de mil vuelta a tres sillas, ¡qué
digo tres! Mejor a cien, y por cada banano que deje caer dos mil abdominales y el doble de saltos al pecho por juzgar lo que no conoce.
Para finalizar, lo invito a que
cuando quiera nos juguemos un partido, no se arrepentirá, todo lo contrario.
Quedará tan fascinado como lo están cientos de colombianos, los mismos que
exigimos unas disculpas por parte suya.
Enlace de la columna de Mauricio Quintero: DEPORTES QUE SOBRAN... EL VOLEIBOL DE PLAYA
Enlace de la columna de Mauricio Quintero: DEPORTES QUE SOBRAN... EL VOLEIBOL DE PLAYA
Ácido, medido, conocimiento del tema, pelotas, y respeto.. Que bien Alcaraz!
ResponderEliminarMuy bueno el articulo.. una pequeña correccion: en el sexto parrafo creo q esta mal manejado a quien va dirijido.. creo que deberia ser "..escribiste, me gustaria que fueras.."...
ResponderEliminarBuen trabajo.. felicitaciones
ash no entiendo como la gente puede desprestigiar un deporte tan completo como lo es el voleibol :(
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